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Tiempo de elaboración:
30 min
Dificultad:
 Dificil
Región:

Descripción

Pocas recetas son tan sencillas ingredientes, tan complejas en el punto y tan deliciosas al paladar como esta.

Elaboración

  1. Para empezar tengo que decir que debéis tener a mano un colador, de los de colar la leche. Esto nos ayudará a acabar de emulsionar el aceite en el caso de que solo a fuerza de brazos no nos salga. Ahora sí:
  2. Cortamos cada diente de ajo en dos o tres dependiendo del grosor de este. Los ponemos a fuego medio en el aceite.
  3. Los ajos pasan muy rapido de estar dorados a quemarse, así que cuidado, cuando veamos que empiezan a dorarse, los sacamos y los reservamos.
  4. Ahora bajamos el fuego al mínimo, y dejamos que se enfríe un poco la sartén.
  5. Escurrimos el bacalao desalado de agua, usando si hace falta, un trapo o papel de cocina ( así evitaremos salpicaduras).
  6. Disponemos los trozos en la sartén, con la piel hacia abajo. si salpica aceite esperamos.
  7. Hacemos el clásico movimiento rotatorio, de la sartén ( preferiblemente una sartén con dos asas ), como se describe en gastronomiavasca.net ( ver)
  8. Poco a poco el bacalao irá soltando la gelatina, que al ir moviendose va generando esta salsa tan deliciosa.
  9. El punto de este plato es muy personal, a mi me gusta cuando los lomos grandes del bacalao empieza a agrietarse, En ese momento, paro el fuego, y al ir enfriandose resulta mas fácil conseguir la consabida salsa. Si no sale a fuerza de brazos, cogemos el colador, y hacemos el movimiento de montar una clara en el aceite. Como se explica aquí.
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